Esta actuación está dentro de un proyecto en el que llevamos trabajando algo mas de un año, se trata de la restauración de una casa antigua de pueblo para transformarla en un comercio de proximidad con espacios para la realización de diversas actividades.

En este caso es una sala polivalente cuya principal característica es que los clientes querían un suelo cálido, cómodo en el que apeteciera tomarse un momento para la relajación, la meditación, la conexión corporal.

Desde un primer momento todos teníamos claro que todo esto lo aporta la madera-madera, y decidimos que fuera de pino macizo, madera muy presente en todo el proyecto, nos decantamos por un pino gallego, nacional con certificado de sostenibilidad PEFC y producido en España.

Las lamas son finas para dar una sensación de amplitud y con un acabado con cera líquida especial para parquets que no le aporta apenas ni color ni brillo, simplemente protección, para mantener la esencia de la madera.

Apenas se puede apreciar en las fotos pero el pino tiene una gran variedad de tonalidades, desde el color crudo básico hasta el oscuro de los nudos pasando por diferentes tonalidades incluidos el naranja y en rojo.

Al final ha quedado un espacio neutro, apto para cualquiera de las actividades previstas y que aporta una gran polivalencia al comercio en el que está ubicado y que próximamente abrirá sus puertas.

Como veréis en la primera foto esto si que es una transformación total

Proyecto DMDR

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