En este caso fue un contacto en Instagram con EUKASA, diseñadores especializados en home staging (decoración de viviendas para facilitar su venta), la que me llevo a contactar con estos clientes. El proyecto no era de home staging: era un proyecto de decoración.
Estaban actualizando su salón y querían crear un espacio que hiciera la función de recibidor ya que se entraba directamente al salón y ellos querían tener algo de intimidad. Y a la vez, no querían perder luz natural: ¡es un ático con una luz espectacular!.
Ya tenían decidido que querían un separador de palillería. Poco a poco fuimos acotando el formato, dejamos a un lado la opción de hacerlo a media altura y nos enfocamos en hacer un separador que llegara hasta el techo.
Un tema importante fue elegir el ancho ya que debía dejar espacio suficiente para pasar, incluso para poder meter y sacar los muebles sin problemas y poder pasar con el carro de la compra.
El quid de la cuestión fue el acabado: el material elegido fue listón de abeto cepillado natural. Se buscaba asemejar lo más posible el acabado con el color de la tarima en tonos grises/marrones. Esta decisión es la más sensible ya que puedes elegir la forma, tamaño, diseño, etc y estar satisfecho, pero si no aciertas con el acabado todo el trabajo anterior puede perder valor.
En estos casos lo que suelo hacer es presentar unas muestras a los clientes, en el material y formato seleccionado, que se acerquen lo más posible a sus preferencias y, además, suelo aportar algunos acabados que a mí me parecen interesantes para cada caso.
Los acabados similares a la tarima no les gustaron y finalmente se decidieron por un acabado en lasur (aceite natural) incoloro que pudiera mostrar la madera en todo su esplendor y que además podía combinar perfectamente con los muebles.
En este caso el aspecto sostenible del proyecto está centrado en el uso de listones alistonados que son listones realizados con la unión de listones de menor medida. Con esta técnica se consigue un producto mas estable y duradero y además se reduce el desperdicio que supone sacar listones de una pieza.
Desde un primer momento, Víctor, el cliente, se mostró interesado en participar del montaje. Es un carpintero aficionado y me pareció genial, pues me gusta que los clientes se impliquen en los proyectos de acuerdo a su interés.
Como se puede ver el resultado ha cumplido con lo esperado: tanto los clientes, como la diseñadora y yo hemos quedado muy contentos con el trabajo.
Espero que lo disfruten tanto o más como lo he disfrutado yo mientras lo esculpía.
Eduardo Cuevas – Proyecto DMDR
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