Bitácora cama Dórico

Día 1

Primer día de proyecto.

Una vez tengo la aprobación del cliente, empiezo a concretar el diseño.  La experiencia me ha mostrado que este paso va surgiendo poco a poco así que lo mejor es empezar haciendo la lista de corte de las piezas para ir encontrando la inspiración.

Disfruto mucho con esta parte del proceso. El trabajo es sencillo: lápiz, papel y regla. Voy planteando las piezas a cortar en los tableros disponibles, siempre dejando espacio para los posibles cambios que se me vayan ocurriendo.

Tengo claro cómo va a ser el “marco” de la cama, medidas, refuerzos, estilo, etc. por lo que empiezo con esto. Con las patas no tengo claro el estilo, pero si las dimensiones totales por lo que también las planteo. Me paro aquí:  todavía no sé cómo va a ser el “somier” ni cómo va a ir unido al “marco”. No hay problema. Tengo trabajo para ir haciendo hasta que surja.

Día 2

Empiezo a cortar. Esta parte  requiere mucha atención. Como dicen los sastres “mide 2 veces y corta 1” porque si no cortas bien, ya sabes: toca repetir, pierdes tiempo, pierdes madera y además pierdes humor.

Todo ha ido bien y no he tenido que repetir ningún corte. El diseño de las patas poco a poco se va definiendo.  Pruebo con una plantilla en cartón, la voy recortando y definiendo, cuando la tengo más o menos clara, paso a hacer la plantilla. La primera plantilla no me convence y paso a hacer la segunda: esta sí que me gusta y entonces llega el momento de pasarlo a la madera definitiva.

Quede muy bien, con un estilo arquitectónico, de ahí el nombre de Dórico, por las columnas griegas.

Día 3

Preparo todas las maderas del marco junto con sus refuerzos, quiero que la cama sea resistente y duradera. También me da tiempo a terminar de preparar las patas, después de un ligero contratiempo, me toca repetir una de ellas, por fin las tengo preparadas.

Montaje. Ya toca unir las piezas, desde el primer momento he tenido claro que quería un tipo de tornillo en negro, que a la vez de resistencia aporta un toque de diseño, no hay manera de encontrarlo, quizás no exista, por lo que me toca ser creativo, encuentro los mismos, pero en plateado, toca pintar, quedan como si vinieran de fábrica.

Uno todas las partes, ya parece una cama! Queda fantástica, tal y como la había imaginado. Ahora toca preparar el somier. Según he ido trabajando en la cama, ha ido apareciendo la idea del somier y su sujeción. Pruebo lo que había pensado y no me gusta cómo queda ni estética ni estructuralmente. Toca dejarlo reposar y mañana se verá.

Día 4

Ahora sí:  la almohada me ha dado la solución y me pongo a ello.  Unos ajustes para aprovechar los cortes de la opción 1 y ya está. Queda armónica y resistente que era lo que buscaba. Volver a desmontar, lijar y nutrir

Siempre me sorprendo de la reacción de la madera al nutrirla. Es el último paso y lo que hace que todo cobre sentido: aparecen los tonos, los detalles ocultos … parece que la madera vuelva a su estado natural como árbol.   Por momentos como este vale la pena dedicarse a este oficio.

 

Eduardo DMDR /  Carpintero Artesano

 

Testimonio del cliente

Eduardo nos asesoró para encontrar la mejor opción creativa tras escuchar nuestras ideas. La relación calidad-precio es muy buena. Los acabados de los muebles me gustan mucho y además nos entregó los muebles antes del plazo marcado. Recomendamos 100%

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